Organización del entrenamiento

Principios para la organización del desarrollo de la condición física.

1)      Introducción.

   La condición física es el conjunto de atributos, condiciones orgánicas, anatómicas, fisiológicas... que
determinan la capacidad de una persona para llevar a cabo un esfuerzo físico,
   Para lograr un adecuado desarrollo de la misma habrá que observar siempre un conjunto de reglas, que nosotros vamos a llamar principios, que nos permitan conseguir unos objetivos y unos beneficios sin riesgos para la salud y con el menor esfuerzo posible.
   En primer lugar señalar que si una persona es mejor que otra realizando un mismo esfuerzo es debido a que ha entrenado más y/o mejor, y por lo tanto está más adaptada a ese tipo de esfuerzo. Así pues la finalidad del entrenamiento es la consecución de adaptaciones.
   Las adaptaciones son modificaciones de nuestros órganos ocasionadas por efecto del entrenamiento. Estas modificaciones van a posibilitar que cada vez nos cueste menos esfuerzo llevar a cabo un determinado trabajo físico.
  
El proceso por el cual tienen lugar las adaptaciones es muy simple: durante el entrenamiento yo someto a mi organismo a una carga, que hará que mi capacidad disminuya, es decir que me fatigue. Así al final del entrenamiento mi capacidad estará muy disminuida, lo que ocurre es que pasado un tiempo el organismo no sólo repone lo que había gastado sino que además repone un poco más por si acaso vuelve a aparecer ese estímulo que es el entrenamiento. Este pequeño proceso se denomina supercompensación. Cuando se repiten en el tiempo los pequeños procesos de supercompenación (que no modifican la estructura orgánica) al final acabamos consiguiendo la adaptación (modificación de la estructura orgánica).

   Esquema capacidad funcional – carga, tiempo.



2)      Principios del entrenamiento deportivo.

2.1) Principios relacionados con la carga de entrenamiento.

2.1.1) Principio de la adecuada relación entre carga y recuperación.

   Tan importante es entrenar como descansar a su debido tiempo y en la medida justa. No podemos someter a nuestro organismo a un trabajo muy duro cada día porque acabaríamos con sobreentrenamiento, por ello hay que introducir fases de recuperación.
   Tampoco podemos introducir fases de descanso muy largas porque las adaptaciones se pierden y no avanzamos.
   Por ello hay que esperar a que nos hayamos recuperado (a que hayamos supercompensado) para volver a entrenar.
   Tiempos de supercompensación por capacidades, (son variables pero como orientación):

  •    Resistencia: 12 - 24 horas.
  •    Fuerza: 72 horas.
  •    Velocidad: 72 horas.
  •    Flexibilidad: -

2.1.2) Principio del incremento progresivo de la carga.

   Si hacemos siempre lo mismo nuestro cuerpo se acostumbra, se adapta y por lo tanto no progresa. Por ello en necesario ir modificando las características de la carga, es decir habrá ir aumentándola poco a poco para conseguir mejores resultados.
   Ley de Shcultz – Arnold o ley del umbral.
   Orientaciones para el incremento: primero el número de sesiones, después el volumen, después la densidad y por último la intensidad.

2.1.3) Principio del incremento discontinuo de la carga.

   No podemos incrementar infinitamente la carga, nadie lo aguantaría, destrozaríamos nuestro organismo por ello hay que intercalar fases de incremento con fases donde la magnitud de la carga es más reducida. Hay que intercalar por tanto fases de carga con fases de recuperación para poder supercompensar.
2.1.4) Principio de la variedad de la carga.

   Hay que modificar las características de la carga, hacer cosas diferentes para no entrar en la rutina y desmotivación.

2.1.5) Principio de la alternancia.
  
   Hay que alternar el trabajo de unas capacidades con otras, puede incluso hacerse a la vez en una misma sesión de entrenamiento. Además podemos trabajar unas capacidades mientras otras están supercompensándose. Por ejemplo mientras me recupero de un entrenamiento de fuerza, que tarda más en recuperar, trabajo la resistencia.

2.2) Principios de la periodización.

2.2.1) Principio de repetición y continuidad.

   Para conseguir adaptaciones y mejoras hay que repetir las cargas de entrenamiento, es decir que habrá que utilizar un determinado tipo de entrenamiento hasta que el organismo esté acostumbrado a él. Posteriormente habrá que modificarlo. Tampoco es bueno cambiar todos los días, los cambios son necesarios pero hay que insistir en cada tipo de carga o n cada tipo entrenamiento.
   En cuanto a la continuidad no podemos introducir fases muy largas de inactividad porque nuestro organismo, del mismo modo que se ha ido adaptando, puede perder las mejoras conseguidas si abandonamos el entrenamiento durante mucho tiempo. Esto no quiere decir que no debamos descansar, pero todo en su justa medida.

2.2.2) Principio de la periodización.

   El deportista no puede rendir siempre al 100%, nos interesa que esté al 100% en un momento determinado, el día de la competición, el día del test de condición física... por ello debemos periodizar: organizar y planificar el entrenamiento de forma que logre estar al 100% el día que nos interese. El entrenamiento se organiza en ciclos: Plan plurianual, plan anual, periodos (preparatorio general y específico),meses (mesociclos), semanas (microciclos), sesiones.
  
Forma de organizar el trabajo en una sesión:

  1. Calentamiento general.
  2. Calentamiento específico.
  3. Técnica, trabajo de gestos complejos.
  4. Táctica aprendizaje de formas de comportamiento y toma de decisiones en competición.
  5. Velocidad de reacción.
  6. Fuerza
  7. Velocidad.
  8. Resistencia anaeróbica.
  9. Resistencia aeróbica.
  10. Vuelta a la calma con flexibilidad.

2.3) Principio de especialización.

   Por último señalar que este principio, es el que desordena todo lo que hemos venido viendo hasta ahora, ya que cada persona es un mundo y necesita un tratamiento individualizado. Lo que a alguien le puede funcionar a otro no. Por ello los planes de desarrollo de la condición física tienen que estar adaptados a cada persona. No le podemos pedir lo mismo a un jugador de tercera división que a uno de primera, no es lo mismo un cadete que un profesional...

3)      Otros criterios para elaborar un plan de entrenamiento de la condición física.

1)      Adaptación y nivel de partida:

   En primer lugar cuando voy a plantearme la realización de un plan de entrenamiento tendré que saber cuál es mi punto de partida. Tengo que tener claro cuál es mi condición física para poder programar un entrenamiento que sea acorde con mis capacidades, es decir para poder llevarlo a cabo con el mejor resultado posible.
  
   A fin de saber mi punto de partida puedo echar un vistazo al tiempo que normalmente dedico a la práctica de actividades físico – deportivas. La dedicación total semanal. La intensidad de las sesiones...
 
   Otro punto de partida puede ser la realización test de condición física y su comparación con los resultados medios obtenidos por mi grupo de población, es decir personas de mi misma edad y hábitos. En nuestro caso podremos echar mano de los test realizados en clase o con nuestro grupo de entrenamiento.

2)      Planteamiento de objetivos:

   En segundo lugar deberíamos plantearnos una serie de objetivos que sean alcanzables, que estén adaptados a nuestras posibilidades. Dentro de los objetivos habrá una graduación:
   Objetivos a largo plazo, a cumplir en un plazo de tiempo muy amplio. Por ejemplo en una temporada. Esta temporada quiero correr la media maratón en 1 hora 20 minutos, esta temporada quiero mejorar mi técnica de entrada a canasta por la izquierda....
   Objetivos a medio – corto plazo: deben ser objetivos fácilmente alcanzables en un corto – medio plazo de tiempo. Nos van a ayudar a motivarnos en caso de conseguirlos. Ejemplos: el primer mes quiero llegar a hacer un circuito de fuerza con 5 ejercicios y 3 series de 10 repeticiones por ejercicio, para el mes x quiero mejorar mi técnica de toque de dedos dando 10 toques seguidos sin que se caiga el balón, bajar un kilo en un tres semanas....

3)      Organización del trabajo.

   En nuestro caso empezaremos desarrollando todas las capacidades a la vez, pero sobre todo la resistencia, fuerza y flexibilidad. Para ello deberemos seguir un orden lógico que ya hemos expuesto. Tras unas semanas de aclimatación podremos organizar sesiones específicas de una capacidad.
   Podemos dedicar las sesiones semanales que queramos, trataremos de que nunca sea inferior a tres, ni superior a 4 ó 5 si no tenemos experiencia.
   Entre cada sesión siempre dejaremos un día descanso que podemos dedicar a realizar otras actividades más suaves.
   Con el tiempo podremos incrementar tanto el número de sesiones como la duración de las mismas. Siempre empezaremos por pocas sesiones y relativamente cortas (tres sesiones semanales de 30´- 45´), para ir incrementando el número y duración de la sesiones, pasadas unas semanas de acondicionamiento básico.
  
Ejemplos de semanas: