Alimentación

1)      Introducción.

   A lo largo del tiempo se han ocasionado una serie de cambios sociales, económicos...
que han determinado unas modificaciones de los hábitos alimentarios. Cada día aparecen más problemas psicofísicos asociados a la alimentación (anorexia, bulimia, obesidad, enfermedades cardiovasculares...) y aparecen más dificultades para conseguir llevar una dieta sana.
   Es indiscutible que es necesario seguir una dieta equilibrada para gozar de buena salud. Por ello trataremos este tema en las siguientes líneas. Así mismo se darán unas nociones acerca de las pautas de alimentación asociadas a la actividad físico – deportiva.

2)      Conceptos básicos.

   Antes de comenzar señalaremos el circuito que recorren nuestros alimentos desde que
entran en nuestro cuerpo hasta que son utilizados o desechados.
   En primer lugar los alimentos son masticados en la boca y mezclados con la saliva, en este primer paso ya se realiza una pequeña digestión de los mismos. Posteriormente pasan al esófago, que conduce el bolo alimenticio hasta el estómago.
   En el estómago estos alimentos van a sufrir un proceso más acusado de digestión. Al mezclarse con los jugos gástricos se produce la “reducción” de los alimentos hasta sustancias mucho más pequeñas. La función de esta “reducción” no es otra que la de permitir que estas sustancias puedan pasar a la sangre a fin de que sean transportadas hasta aquellos tejidos en los que se van a utilizar.
   El estómago vierte “la pasta” que se ha formado al intestino delgado. En la primera parte de éste todavía se continúa realizando la digestión gracias a las secreciones del hígado y páncreas. Sin embargo la principal función que se lleva a cabo en el intestino delgado es la absorción y el paso a la sangre de esas sustancias más pequeñas en que se han convertido los alimentos tras la digestión.
   Una vez pasamos el intestino delgado ya no quedan más que las sustancias de desecho que pasarán al intestino grueso y se expulsarán de nuestro cuerpo.

   Conceptos:
  • Alimentos: productos que ingerimos del exterior, por ejemplo la carne, los huevos, los cereales, las hortalizas, fruta, legumbres...
  • Alimentación: proceso por el cual se ingieren esos alimentos.
  • Nutrientes: son sustancias que el organismo puede asimilar (pueden pasar a la sangre y transportarse) y utilizar directamente. Podemos diferenciar dos grandes tipos:
  Macronutrientes: se necesitan mayores cantidades o se encuentran en mayor proporción en los alimentos: hidratos de carbono, proteínas, grasas y agua.
   Micronutrientes: vitaminas y minerales.


   Los hidratos de carbono: a su vez pueden ser simples o complejos. 


        Los simples son aquellos relacionado son los dulces, azúcares... mientras que los complejos son aquellos cuya digestión es más larga y liberan la glucosa de forma más lenta: patatas, pasta, arroz, cereales...

      Otra forma de clasificar los hidratos de carbono es en función del índice glucémico. Éste es el incremento que producen en la sangre de la cantidad de glucosa y es muy importante en deportistas, ya que les conviene mantener un nivel estable:
  •       Bajo índice glucémico, no elevan mucho la cantidad de glucosa en sangre, por ejemplo la pasta, arroz, cereales..
  •       Alto índice glucémico, elevan mucho la cantidad de glucosa en sangre, por ejemplo las patatas, plátanos, miel..
  Las proteínas pueden ser:
  •       Nobles, de mejor calidad, nos ayudan a satisfacer completamente nuestras necesidades de prótidos: carne, pescado, leche huevos..
  •       No  nobles, de peor calidad, no satisfacen por si solas todas las necesidades de prótidos que tenemos: soja, legumbre, cereales...
        Las grasas pueden ser:
  •      Saturadas, son las de origen animal y no son muy saludables: tocino...  
  •     Insaturadas, de origen vegetal, son necesarias y saludables: frutos secos, aceites...

       Las vitaminas las conseguiríamos a través de una dieta saludable. Pueden ser hidrosolubles o liposolubles: A, D, E, K (liposolubles); C, B1,B2,B3, B5, B6, B8, B9, B12 (hidrosolubles).

       Los minerales también se aportan con una dieta equilibrada, y podríamos diferenciar entre microelementos (se requieren cantidades inferiores a 100mg/día) y macroelementos (se requieren cantidades superiores a 100mg/día).
  •     Macroelementos: cloro, sodio, potasio, fósforo, magnesio, silicio.
  •     Microelementos: hierro, zinc, manganeso, cobre, yodo, fluor, selenio...



3)  Cálculo de las necesidades calóricas.

   Ahora mismo ya sé unas pautas para organizar mi alimentación. Por un lado sé cuales son los nutrientes que yo necesito, los porcentajes en los que los debo tomar, algunos alimentos que los contienen. Pero para poder adaptar una dieta a mis necesidades, tendré que saber cuáles son mis gastos a lo largo de un día.

  •  Metabolismo: Hace referencia al conjunto de reacciones químicas que tienen lugar dentro de nuestro organismo. Encontramos dos tipos de reacciones:
    Anabólicas: tienen como finalidad construir sustancias ricas en energía (a partir de sustancias sencillas se obtienen otras complejas).
    Catabólicas: tienen como función destruir para liberar energía (a partir de sustancias complejas y ricas en energía se obtienen otras más simples y se libera la energía que contienen).

   El metabolismo se mide en calorías. Una caloría es la energía, el calor necesario para incrementar la temperatura de un gramo de agua en un grado centígrado.

  • Metabolismo basal (MB): sería el conjunto de reacciones químicas necesarias para mantener las funciones del organismo (respiración, circulación...) cuando éste está en reposo. Es decir la cantidad de energía necesaria para mantener nuestras funciones cuando estamos en reposo.
   Va a depender de varios factores: edad (disminuye con la edad), sexo (mayor en hombres), peso, talla, composición corporal... nerviosismo, ansiedad, enfermedades, temperatura, clima, altitud...
   Podemos calcularlo con la siguiente operación: una caloría por kilogramo de peso y por hora en el hombre y 0,9 calorías por kilogramo de peso y por hora en la mujer.
  
Otras fórmulas:
          10 * peso (kg) + 6,25 * talla (cm) – 5 * edad (años) + 5 = metabolismo basal hombres.

          10 * peso (kg) + 6,25 * talla (cm) – 5 * edad (años) – 161 = metabolismo basal mujeres. 

  • Acción dinámica de los alimentos (AD): Es la energía, las calorías que se necesitan para que se produzca la digestión.

  • ¿Cómo podemos calcular el metabolismo total (MT)? Con este cálculo obtendríamos la cantidad de calorías que debemos ingerir en nuestra dieta. Es un cálculo sencillo:
Metabolismo total: Metabolismo Basal + Acción dinámica de los alimentos + metabolismo de la actividad realizada (MAR).

MT = MB + AD + MAR

   En la actualidad lo más sencillo es hacer este cálculo en base a aproximaciones y a estudios que nos indican el gasto propio de cada actividad. En cualquier caso suele estar entorno a 2500 – 3500 calorías. En deportistas puede subir incluso hasta las 5000 calorías.

   Si quieres se te puede facilitar la tabla en la que se recoge el gasto calórico en función de la actividad desarrollada.

   Ahora que tenemos el gasto total debemos tener en cuenta que a la hora de reponer lo gastado, las calorías gastadas:
  • El 65% de las calorías deben proceder de los hidratos de carbono.
  • El 20% de las calorías procederán de las grasas.
  • El 15% de las calorías procederán de las proteínas.

   Puedes realizar el cálculo y obtendrás las calorías que deben proceder de cada nutriente. Pero nosotros no comemos calorías, comemos cantidad de alimentos, gramos de alimentos. Ve al cuadro en el que se señalan las calorías que corresponden a cada gramo de nutriente y haz los cálculos.
   Por ejemplo1000 calorías que deben proceder de los hidratos de carbono:


                      1000 cal * 1gr / 4 cal = 1000/4 = 250 g de hidratos de carbono.


4) Características de una dieta equilibrada. Aspectos cuantitativos y aspectos cualitativos.

   Aspectos cuantitativos: hacen referencia a la cantidad de alimentos que debemos ingerir, a la cantidad de calorías que debemos conseguir. En el apartado anterior hemos señalado como se consigue esta cifra.
   Por otro lado también debemos establecer cómo debemos repartirla en las diferentes comidas. Hay que señalar que es mejor hacer varias comidas poco copiosas que pocas comidas muy abundantes para evitar digestiones pesadas.

   Reparto de calorías en las diferentes comidas:
  • Desayuno: 20 – 25% de las calorías totales
  • Comida: 35 – 40% de las calorías totales.
  • Merienda: 10 – 20% de las calorías totales.
  • Cena: 15 – 25% de las calorías totales..
 Aspectos cualitativos: hacen referencia a las cantidades de nutrientes que debemos conseguir con nuestra dieta.
  •     Hidratos de carbono: 30 – 40 %.
  •     Proteínas: 20 – 30%.
  •     Grasas: 20 – 30%. 

   ¿Cómo repartiríamos la ingesta de estos principios inmediatos en las diferentes comidas?
    Desayuno: debería ser más copioso de lo que acostumbramos, a base de hidratos de carbono y las proteínas de la leche.
    Comida: debería ser menos copiosa de lo que acostumbramos, a base de proteínas, hidratos de carbono y grasas en menor cantidad
  Cena: las proteínas y las grasas pierden importancia ya que son de más difícil digestión. Por ello volveríamos a los hidratos de carbono.

   Algunos autores proponen el Método de Creff para confeccionar la dieta y propone los siguientes grupos de alimentos:

a) Hidratos de carbono:
    Alimentos crudos: frutas, hortalizas, legumbres..
    Alimentos cocidos o en conserva: espinacas, espárragos...
    Alimentos derivados de la harina: pasta, cereales, pan...
    Alimentos azucarados.

     Mi recomendación es reforzar sobre todo el consumo de los dos primeros grupos ya que las pastas, cereales, azúcares… son perfectamente prescindibles y no son alimentos tan completos, ni naturales como los de los dos primeros grupos.
      Habrá que asegurar al menos cuatro raciones diarias de este grupo.

b) Proteínas:
    Origen lácteo: leche, yogur, queso...
    Origen no lácteo: pescado, carne, huevos.

   Todas son necesarias y debemos aportar proteínas en nuestras comidas, a poder ser en comida y cena, siempre en cantidades razonables.

c) Grasas:
    Origen animal - Origen vegetal.

      Si comemos proteínas de origen animal también estaremos ingiriendo grasas. También es cierto que podemos obtenerlas del aceite de oliva, frutos secos… todas estas grasas nombradas son saludables en su justa medida.
   La recomendación es comer carne, pescado, huevos, frutos secos, aceite de oliva… y así obtendremos grasas saludables.

   Evitar a toda costa los productos procesados como bollería, panes precocinados, chucherías, chocolates… que están llenos de grasas trans que no aportan nada bueno.

   Este método propone la relación 4 – 2 – 1, es decir unas cuatro raciones de hidratos de carbono, dos raciones de proteínas u una ración de grasas.

   5) Alimentación y deporte. (Pincha sobre el cuadro para ampliar).